Muchas mujeres con edad descubren que comienzan a aumentar de peso más rápido que los hombres, y un nuevo estudio puede explicar por qué esto es así.
Después de la menopausia, una enzima llamada Aldh1a1, que participa en la producción de grasas, aumenta, dicen investigadores de la Universidad Estatal de Ohio.
Esta enzima se detectó no solo en humanos, sino también en ratones, con la ayuda de la cual se realizó el estudio. En ratones hembra que comieron alimentos con alto contenido de grasa, se observó una mayor acumulación de grasa visceral (grasa interna) en el contexto de la mayor actividad de la enzima Aldh1a1 que en los machos con la misma dieta.
Pero las hembras, con una deficiencia genéticamente determinada de esta enzima, permanecieron delgadas, a pesar de una dieta rica en grasas.
Resulta que la hormona femenina estrógeno inhibe la actividad de Aldh1a1. Esto puede significar que las mujeres más jóvenes que tienen altos niveles de estrógeno están protegidas de los efectos no deseados de la enzima. Pero dado que los niveles de estrógeno disminuyen después de la menopausia, la enzima Aldh1a1 se activa y hace que las mujeres sean vulnerables al sobrepeso.
Conociendo esta propiedad de la enzima Aldh1a1, los científicos pueden desarrollar un método para tratar la obesidad específicamente para las mujeres. Sin embargo, es poco probable que tal tratamiento aparezca en el futuro cercano. Primero, el estudio se realizó en ratones, y los científicos primero deben asegurarse de que las conclusiones se apliquen a los humanos. Además, Aldh1a1 realiza otras funciones importantes en el cuerpo, por lo tanto, el tratamiento basado en la supresión completa de la enzima es inaceptable.
Queda por depender de métodos probados con el tiempo: una dieta razonable y actividad física.
